Desde otras luces, otras horas y otra lenguas
Que el frio de otro norte borre nuestra historia amarga.
Que crezca tanta maleza en el atlántico que nos haga olvidarnos y desconocernos como hace tiempo.
Te dejo mi nombre de pila --como epitafio, como relicario de otros días, como quién sabe qué cosas... qué campanas resuenan en tu país cuando escuchas mi nombre.
Ve tú a tu invierno y abandóname del todo, que las puertas de mi patria estarán secretamente abiertas por si después, por si luego de siglos, quieres volver a fundar una ciudad nueva.
4 comentarios:
Me pilla volando bajo. Me lo llevo.
Un gran abrazo, loco...
conmovida!!
le verdad que.. me gustaria poder escribir como lo haces!! muy lindo me encanta..
Que sutilezas, que liberación en las palabras... cuanta verdad, cuantas emociones. Un abrazo!
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